El humo de las fogatas en patios caseros puede causar problemas de salud como hojos irritados, goteo nasal, y bronquitis. Las partículas también agravan enfermedades del corazón y el pulmón. Los niños son expecialmente vulnerables ya que sus sistemas respiratorios están todavía en desarrollo y aspiran más aire (y contaminación) por kilo de peso corporal que los adultos.© Saffanna, courtesy Flickr
Con el otoño ya en el horizonte y el mercurio comenzando a caer, muchos quieren prolongar el tiempo al aire libre, y sentarse alrededor de una fogata en el patio trasero. éPero aunque puede ser muy entretenido, no es bueno para el ambiente, especialmente durante las épocas en que la calidad del aire es ya pobre.
Es difécil determinar el impacto mayor de las fogatas caseras en la calidad del aire regional o local, pero nadie disputa el hecho de que la respiraciñn del humo de madera quemada puede ser si no dañosa, irritante. Segün la Agencia de Protecciñn Ambiental de los E.E.U.U. (EPA), las partéculas finas (también llamadas materia de partéculado) son los componentes mãs peligrosos del humo de madera desde la perspectiva de la salud, pues "pueden meterse en tus ojos y sistema respiratorio, donde pueden causar problemas de salud tales como ojos irritados, nariz que moquea y enfermedades como la bronquitis."
Las partéculas finas también agravan el corazñn y enfermedades pulmonares crñnicas, y se han ligado a muertes prematuras en aquellos que sufren ya de tales aflicciones. Como tal, la EPA aconseja que cualquier persona con una condiciñn cardéaca congestiva, angina, enfermedad pulmonar obstructora crñnica, enfisema o asma se aleje lo mãs posible del humo de madera en general. La exposiciñn de los niños al humo de madera debe también ser limitada, pues sus sistemas respiratorios todavéa se estãn desarrollando y respiran mãs aire (y contaminaciñn atmosférica) por la libra de peso corporal que los adultos.
La geograféa y la topograféa juegan un papel importante en cñmo el humo de madera dañoso puede afectar la zona al nivel poblacional. La gente que vive en valles profundos con poca circulaciñn de aire, donde el aire tiende a estancarse, debe tener cuidado de no encender fogatas caseras durante alarmas de smog u otras veces en que la calidad del aire es ya demasiado pobre. El humo persistente puede ser una problema incluso en ãreas abiertas de par en par, especialmente en el invierno en que las inversiones de la temperatura limitan el flujo de aire.
El departamento de ecologéa del estado de Washington señala que cerca de 10 por ciento de la contaminaciñn atmosférica del invierno a través del estado se puede atribuir a las partéculas finas de humo de madera que salen de estufas que consumen leña. Aunque una estufa a leña puede ser un mal necesario como fuente de calor interior, no hay excusa para encender fogatas caseras durante peréodos en que podréas crear problemas de salud para tus vecinos.
Otro riesgo potencial al usar fogatas caseras es la posibiidad de detonar un incendio forestal. Algunas comunidades rodeadas por bosques voluntariamente instituye
n restricciones estacionales con respecto a las fogatas caseras, de modo que los residentes no comiencen inadvertidamente un incendio forestal durante peréodos de recreaciñn al aire libre. Si vives en una de estas ãreas, probablemente ya lo sabes y seréa buena idea que sigueras las reglas.
Si debes encender una fogata casera, toma algunas precauciones para limitar la exposiciñn de la familia y amigos al hollén resultante. La Oficina Calidad del Aire de Maine recomienda usar solamente leña sazonada y quemarla de tal manera que garantice combustiñn completa—las fogatas pequeñas e intensas son mejores que las mãs grandes y lentas—para reducir al ménimo la cantidad de humo dañoso. La moraleja de la historia: Si necesitas quemar, quema responsablemente.
CONTACTOS: U.S. Environmental Protection Agency (EPA); Washington State Department of Ecology; Maine Bureau of Air Quality