Semana del 28/4/13

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Querido DiálogoEcológico: Oigo el término “greenwashing” mucho estos días pero todavía no estoy segura exactamente de lo que significa. ¿Pueden aclarar?

— Ruth Markell, Indianapolis, IN

En esencia, “greenwashing” implica que un producto dado, compañía, o institución falsamente transmite a sus consumidores la idea de que es responsable del punto de vista medioambiental sin serlo. CorpWatch, una organización sin fines lucrativos dedicada a vigilar el record de responsabilidad social (o falta de la misma) de compañías basadas en EEUU, caracteriza el “greenwashing” como “el fenómeno de corporaciones social y ambientalmente destructivas, que procuran preservar y expandir sus mercados o poder posando como amigos del ambiente”.

Uno de los grupos que dirigen la carga contra greenwashing es Greenpeace. “Muchas corporaciones están tratando duro de demostrar que son ambientalmente conscientes. Pero el ciudadano medio encuentra cada vez más difícil detectar la diferencia entre compañías verdaderamente dedicadas a hacer una diferencia y aquellas que utilizan una cortina verde para ocultar motivos antisociales”.

Greenpeace lanzó su campaña Basta de Greenwash en 2009 para denunciar malos actores y ayudar a los consumidores a hacer mejores elecciones. La estrategia más común de greenwashing, dice el grupo, es cuando una compañía se jacta de un programa o producto ambiental mientras su negocio principal contamina intrínsecamente o es insostenible. Otro método implica lo que Greenpeace llama “fanfarronería publicitaria” utilizando publicidad dirigida o relaciones públicas para exagerar un logro verde y al mismo tiempo desviar atención de problemas ambientales verdaderos—o gastando más dinero jactándose de cierta conducta “verde” que en actos verdaderos. A veces, las compañías se jactan acerca de compromisos verdes corporativos mientras presionan el gobierno entre bastidores contra leyes ambientales.

Greenpeace también insta vigilancia acerca de reclamos verdes que se jactan de algo que la ley ya requiere: “Por ejemplo, si una industria o compañía ha sido forzada a cambiar un producto, limpiar su contaminación o proteger una especie en peligro de extinción, y enseguida utiliza campañas de relaciones públicas para hacer parecer tal acción como proactiva o voluntaria”.

Para los consumidores, la mejor manera de evitar ser embaucado con el “greenwash” es ser culto acerca de lo quien es sinceramente verde y quien solamente trata de parecer serlo para ganar más dinero. Mire más allá de los reclamos de la publicidad, lea las listas de ingredientes o pregunte a los empleados mismos acerca de la sinceridad de su compañía con respecto a su compromiso ambiental.

También, busque etiquetas que muestran que una oferta dada ha sido certificada por una tercera parte idónea. Por ejemplo, la etiqueta “Certificado Como Orgánico” del Departamento de Agricultura de EEUU sólo puede aplicarse a productos que satisfacen el estándar orgánico del gobierno federal. Simplemente porque una etiqueta dice “hecho con ingredientes orgánicos’ o todo-natural no significa que el producto sea en realidad Orgánico Certificado, así que mire con cuidado más allá de los bombos y platillos.

Inclusive el ecoetiquetado mismo puede ser sospechoso. Si Ud. ve uno que no reconoce, investíguelo en el Ecolabel Index [Indice de Ecoetiquetas], una guía global que rastrea más de 400 ecoetiquetas diferentes en 197 países a través de 25 sectores industriales. El recurso en línea gratuito proporciona información sobre qué compañía o grupo está detrás de cada certificación y si se usan evaluaciones de terceras partes independientes.

CONTACTOS: CorpWatch; Greenpeace Stop Greenwash; Ecolabel Index.


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Querido DiálogoEcológico: ¿Cuál es el pronóstico para los arrecifes de coral de Hawái ante el calentamiento climático, las algas invasivas y otras amenazas ambientales?

— Bill Weston, San Francisco, CA

A pesar de protecciones generales inauguradas hacia el final de la presidencia de George W. Bush para grandes bandas de ecosistemas marinos alrededor de las Islas hawaianas, el prospecto no se ve bien para los arrecifes de coral de Hawái. El escurrimiento tóxico, los niveles de océano en ascenso, las aguas crecientemente acídicas y la sobrepesca, todas éstas afectan seriamente a los arrecifes y la vida marina que apoyan. Los biólogos tratan de mantenerse optimistas, pensando que hay aún tiempo de tornar la cosas alrededor, pero nuevas amenazas a los corales de Hawái sólo agravan la situación.

A saber, un hongo anteriormente no conocido del tipo cianobacteria que crece por la fotosíntesis se está extendiendo hasta tres pulgadas por semana en corales de la Costa del Norte de otro modo prístina de Kauai. “No hay ningún lugar que nosotros sepamos en el mundo entero donde un sistema completo de arrecife de 60 millas ha caído víctima de un sólo golpe,” declaró el biólogo Terry Lilley a Los Angeles Times. “Estas bacterias han estado matando algunos de estos corales de 50 o 100 años de edad en menos de ocho semanas”. Agrega que el hongo verde extraño afecta más del cinco por ciento de los corales en la Bahía célebre de Hanalei y hasta el 40 por ciento del coral en la vecina Bahía de Anini, con áreas vecinas “igualmente malas, si no peores”. Lilley está preocupado que el sistema entero de arrecifes que rodea a Kauai puede estar perdiendo su capacidad de defenderse de patógenos.

Mientras tanto, unos 60 millas al este a través del Pacífico azul, unas algas invasivas introducidas para la aquacultura hace tres décadas en la Bahía de Oahu ‘ohe también se están extendiendo rápidamente. Los biólogos se preocupan porque el alga forma esteras gruesas enredadas que absorben el oxígeno en el agua necesitada por otras plantas y animales, a su vez convirtiendo arrecifes de coral en tierras baldías sofocantes.

“Esta y otras especies de alga invasiva. ..no pertenecen en Hawái,” dice Eric Conklin, director de servicios marinos de Hawái para The Nature Conservancy, que trabaja para proteger tierras y aguas ecológicamente importantes en todo el mundo. Agrega que no hay suficientes poblaciones de peces comedores de plantas que puedan mantenerlas bajo control.

Los biólogos están trabajando duro para combatir las algas en y alrededor ‘Bahía de Kāne‘ohe. Conklin y sus colegas de la Conservación han unido fuerzas con investigadores del estado de Hawái para desarrollar una nueva tecnología menos cara, apodada el Súper Chupador (Super Sucker), que utiliza mangas y bombas en barcazas para aspirar las algas invasivas sin perturbar el coral subyacente. Una vez que los buzos vacían un arrecife dado de algas, lo cubren con erizos de mar nativos cultivados en el laboratorio marino del estado que pueden ayudar a mantener nuevos estallidos de alga bajo control. El sistema ha sido tan exitoso para reducir las algas invasivas en la Bahía Kāne‘ohe

que el estado ha empezado a producir decenas de miles de erizos de mar para proyectos semejantes de “plantaciones oceánicas’ en otros arrecifes de coral alrededor de Oahu y más allá que están amenazados por algas invasivas.

Las algas y los patógenos de crecimiento rápido son sólo parte del problema. Décadas de sobrepesca han reducido la biodiversidad en y alrededor de los arrecifes de coral, reduciendo su integridad ecológica y haciendolos más vulnerables al cambio de clima. Las temperaturas más altas del agua y niveles de mar crecientes, dos de los síntomas más dramáticos del calentamiento climático, aceleran el blanqueo de algunos arrecifes especialmente vulnerables que han evolucionado más de miles de años.

CONTACTOS: The Nature Conservancy.