La Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. calcula que 80 a 90 por ciento de las playas arenosas del litoral norteamericano se han estado erosionando por décadas. Ciertas playas pierden unas pocas pulgadas cada año; otras mucho más. Lo más preocupante es el efecto que pueda tener el cambio climático en la erosión de las costa, ya que causa elevaciones en el nivel del mar y también aumenta la severidad y frecuencia de las grandes tormentas.© Dr. David Lindbo, courtesy Flickr
Desafortunadamente para los amantes de la playa y los dueños de propiedades caras frente al mar, la erosiñn costera en cualquier forma es generalmente una situaciñn permanente. Las técnicas artificiales tales como la “alimentaciñn de playas”—en que arena dragada costa afuera y depositada a lo largo de playas en véas de extinciñn—pueda retardar el proceso, pero nada excepto un enfriamiento global o algün otro cambio geomñrfico importante pararãn este proceso del todo.
Segün Stephen Leatherman (el "Dr. Beach") con la National Healthy Beaches Campaign, la erosiñn de playa se define por el retiro real de arena de una playa a aguas mãs profundas costa afuera o a lo largo de ensenadas, bajéos de marea y bahéas. Tal erosiñn puede resultar de muchos de factores, incluyendo la inundaciñn simple de la tierra por niveles meas altos de mar como resultado del derretimiento de los casquetes glaciares polares.
Leatherman cita la Agencia de Protecciñn Ambiental de los E.E.U.U. que estima que entre 80 y el 90 por ciento de las playas arenosas a lo largo de las costas de Norte América han estado sufriendo erosiñn por décadas. En muchos de estos casos, las playas individuales pueden estar perdiendo solamente unas pulgadas por año, pero el problema en algunos casos es mucho peor. La costa externa de Luisiana, a que Leatherman se refiere como "la zona caliente` de erosiñn de los E.E.U.U.," estã perdiendo unos 50 pies de playa cada año.
El cambio de clima merece atenciñn especial con respecto a la erosiñn playera ya que el calentamiento no sñlo hace crecer los niveles del mar sino también aumenta la severidad y posiblemente la frecuencia de malas tormentas. "Aunque la subida del nivel del mar fija las condiciones para el desplazamiento de la playa tierra adentro, las tormentas costeras suministran la energéa para hacer el trabajo geolñgico de “mover la arena de la costa y a lo largo de la playa," escribe Leatherman en su sitio Web DrBeach.org. "Por lo tanto, las playas son influenciadas grandemente por la frecuencia y la magnitud de tormentas a lo largo de un litoral".
Ademãsde colectivamente reducir substancialmente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, hay poco que como individuos—mucho menos dueños de propiedades costeras—podamos hacer para parar la erosiñn de playa. La construcciñn de un mamparo hermético o de un malecñn a lo largo de una o varias propiedades costeras puede proteger hogares contra las oleadas perjudiciales de tormentas por algunos años, pero podr
3;a terminar haciendo mãs daño que bien. Los "mamparos y los malecones pueden acelerar la erosiñn de las playas reflejando la energéa de mareas de la pared de revestimiento, afectando a propietarios adyacentes también," escribe Leatherman, agregando que tales estructuras a lo largo de playas en retirada reducen eventualmente la anchura de tales playas afectadas, e incluso su pérdida completa.
Otras técnicas de gran escala como el “alimento de playas” pueden tener mejores historiales, por lo menos en términos de reducciñn o retraso de la erosiñn del litoral, pero son bastante costosas en términos de erarios fiscales. A principios de los 80, la ciudad de Miami gastñ unos $65 millones de dñlares agregando arena a un trozo costero de 10 millas que se erosionaba rãpidamente. El esfuerzo no sñlo detuvo la erosiñn; el mismo revitalizñ el vecindario elegante de South Beach, rescatando hoteles, restaurantes y tiendas especializadas en clientela rica y famosa.
CONTACTOS: Barack Obama on the Issues; U.S. Forest Service Roadless Rule Information