Semana del 10/3/13

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Querido DiálogoEcológico: Me gusta la sensación del alfombrado, pero me preocupan las sustancias químicas. ¿Qué opciones (pero sin sustancias químicas) serían buenas (pero todavía suaves)?

— Jennifer Jones, Madison, WI

Las alfombras de hoy, en toda su gloria afelpada y resistente a las manchas, son maravillas de la tecnología y ayudan a hacer nuestras casas y lugares de trabajo más cómodos. Pero la alfombra típica, hecha de fibras sintéticas a base de petróleo, contiene docenas de sustancias químicas y gases, inclusive compuestos orgánicos volátiles (VOCs) y otras toxinas potenciales—y pueden comprometer la calidad del aire interior por años y causar reacciones peligrosas entre los que tengan más sensibilidad, inclusive niños y personas mayores.

Afortunadamente hay hoy muchas opciones verdes cuando se trata de alfombras y tapices para suelos alternativos. Green Depot—el suministrador principal de la nación de productos ambientalmente amistosos para la construcción, servicios y soluciones de casa con 13 tiendas por todo el país—vende muchas alfombras de lana, que son típicamente totalmente naturales, renovables y la opción más lógica para los que desean el aspecto y estilo de alfombras reales sin el impacto químico. El alfombrado de lana es más costoso que el sintético, pero los que buscan tranquilidad probablemente no tengan problema pagando una prima. Algunos fabricantes primeros de lana todo-natural que alfombra incluyen Bloomsburg, Earth Weave, Helios, Natural Home y Woolshire. La lana es también un gran material para almohadillas de tapete, ya que amortigua sonidos, inhibe el molde y proporciona aislamiento. El favorito de Green Depot es Whisper Wool Underlayment.

Algunas otras opciones en las alfombras naturales incluyen sisal, coco y pastos marinos—aunque éstos materiales naturales tienden a ser más duros que las alfombras tradicionales y como tal quizás tomen algún tiempo acostumbrase a ellos. Contempo Floor Coverings es uno de los líderes en este segmento con mucho futuro de la industria de pisos.

Otra opción verde es las baldosas de alfombra, porque pequeñas secciones en vez de toda la alfombra pueden ser reemplazadas cuando ocurren manchas u otros problemas. Un fabricante especialmente verde de loseta es FLOR, cuyos productos son hechos con contenido renovable, reciclado y reciclable. La compañía también acepta las losetas viejas para fines de reciclaje y reconstitución en nuevos materiales reciclados de fibras y soporte. Los productos FLOR utilizan algunos materiales sintéticos, pero la mayoría de los estilos satisfacen o exceden los estándares “Green Label Plus’ (Verde “Plus”) del Instituto de Alfombras y Tapetes para VOCs bajos. Greenfloors.com ofrece otra opción para alfombras de fibra sintética hecha de materiales reciclados y reciclables, mientras que las alfombras Aladdin de Mohawk son hechas a base de botellas PET recicladas de sosa.

Aunque alfombrar de una manera u otra es sin duda la opción más suave, usar recubrimientos de corcho es también cálido y cómodo. El corcho es intrínsecamente verde porque es hecho de corteza de árbol de alcornoque que se regenera cada tres años con poco o ningún abono o pesticidas. Es también resistente a mohos y otros microbios importunos. Los pisos de cocho son también una buena elección para “calentar” los pisos de cocina y cuartos de baño. U.S. Floors ofrece una gran variedad de corchos y otras opciones sostenibles de solado.

Por supuesto, manteniendo las piezas limpias y ordenadas es también clave a un ambiente interior sano: Las aspiración frecuente de alfombras y limpieza de tapetes puede ayudar a reducir exposición a toxinas como plomo y pesticidas que pueden ser traídos desde afuera. Utilizar felpudos o tapetes de entrada y quitarse los zapatos al venir dentro también puede ayudar a mitigar tales riesgos.

CONTACTOS: Green Depot; FLOR; The Carpet and Rug Institute; Greenfloors.com; U.S. Floors.


Querido DiálogoEcológico: He oído que mis elecciones de alimento pueden afectar el uso y por lo tanto disponibilidad de agua dulce alrededor del mundo. ¿Cómo así?

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— Denise Beck, Washington, DC

Nuestras elecciones del alimento y la disponibilidad de agua dulce están ligadas inextricablemente. El punto más importante del problema es que la población humana siegue creciendo—sobrepasamos recientemente siete mil millones de personas en todo el mundo—pero sin embargo la cantidad de agua dulce disponible sigue siendo una cantidad finita. Y cultivar alimentos y criar ganado para alimentar crecientes números de seres humanos requiere mucha agua. En todo el mundo, aproximadamente 70 por ciento del agua dulce se utiliza en la agricultura. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) estima que, para 2050, dos tercios de las personas en el planeta carecerán de agua potable para satisfacer las necesidades más básicas.

Según el Vegetarian Resource Group [Grupo de Recursos Vegetariano], la industria del ganado es el usuario más grande de agua dulce en EEUU y en muchos otros países. Los miles de millones de animales en la ganadería criados como alimento alrededor del mundo cada año consumen cantidades substanciales de agua directamente. La industria también impacta negativamente el reaprovisionamiento de agua dulce debido a la compactación de la tierra, la degradación de riberas a lo largo de arroyos, el despejamiento extremo de las selvas húmedas para apacentar más animales, y otros factores.

Un problema aun más grande es el agua necesitada para cultivar la comida que come el ganado. Los investigadores para el informe de FAO para 2006, “El Gran Impacto del Ganado” notan que se utiliza 2.400 litros de agua en la producción de una hamburguesa, mientras que se requiere sólo 25 litros para producir una papa. Igualmente, una pizza de queso requiere 1.200 litros de agua—dado el consumo de agua, las necesidades de limpieza y comida de las vacas lecheras—mientras que una pizza de sólo tomate necesita 300.

Eliminar el consumo de carne sería una manera segura de ahorrar vastas cantidades de agua dulce, y cambiándose a una dieta vegetariana o vegana es una manera en que un individuo puede hacer un gran impacto en el consumo de agua. “En promedio, un vegetariano, una persona que no come carne ni lechería, consume indirectamente casi 600 galones de agua por día menos que una persona que come la dieta norteamericana media,” informa Sandra Postel, director del Proyecto Global de Política de Agua y experto principal sobre agua en la Iniciativa de Agua Dulce, de la National Geographic Society

Pero los que aborrecen abandonar la carne deberían considerar cambiar su predilección a sólo carne de res alimentada en pastizales. Según Postel, toma unos 5.300 litros de agua dulce por cada dólar de grano alimentado a una vaca típica, mientras que el agua requerida para alimentar ganado en praderas cae del cielo, significando que es gratis y no agota las reservas de agua subterránea en absoluto. “No todas las hamburguesas son creadas igual,” dice.

Postel agrega que otra manera de reducir la huella de agua sería abandonar o reducir café: Una taza toma unos 55 galones de agua para hacerla, con la mayor parte de eso consumida por el cultivo de los granos de café.

Escoger alimentos de cultivo biológico también puede ayudar a reducir indirectamente el consumo de agua de cada persona. Las técnicas de la agricultura biológica conservan agua utilizando menos, aumentando la capacidad de retención de agua del suelo y reduciendo la erosión así como no contaminando cuerpos de agua cercanos con escorrentío de insumos químicos sintéticos.

CONTACTOS: Livestock’s Long Shadow; Global Water Policy Project; National Geographic’s Freshwater Initiative.