En 1979 la Dirección de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) determinó que los bióxidos de silicio los elementos básicos en la batería de silicona para cocina podían ser reconocidos generalmente como seguros para utilizar incluso en contextos de alimentos. Pero los primeros utensilios de cocina de sílice (espátulas) no comenzaron a aparecer en las tiendas hasta una década más tarde, y la FDA no ha realizado ningún otro estudio de seguimiento para determinar si la silicona puede lixiviarse de los utensilios de cocina y contaminar potencialmente los alimentos.© thousand_names, courtesy Flickr
Con toda la prensa negativa acerca del Teflñn y de los metales que se lixivian de las ollas y cacerolas, los consumidores estãn al acecho de bateréas de cocina que sean fãciles de limpiar y no introduzcan preocupaciones de salud. La silicona, un caucho sintético hecho de silicio soldado (un elemento natural rico en la arena y la piedra) y oxégeno, llena cada vez mãs este nicho. El material, flexible pero fuerte, que ha demostrado ser popular en cacerolas de panecillo, moldes de biscocho, espãtulas y otros utensilios, puede ir del freezer al horno (hasta 428 grados Fahrenheit), es antiadherente e inoxidable, y a diferencia de las bateréas convencionales de cocina, viene en una gama de colores brillantes y alegres.
Pero algunos se preguntan si hay un lado siniestro con las bateréas de cocina hechas de silicona. Informes anecdñticos de manchas o aceite de silicona que supuran de las bateréas de silicona recalentada aparecen en postes del Internet, asé como reportes de olores que persisten después de lavados repetidos. También, la imagen de la silicona puede estar eternamente manchada por problemas asociados con los injertos de gel de sélice para senos―algunas mujeres con generaciones mãs antiguas de estos injertos experimentaron contracciñn capsular, una respuesta anormal del sistema inmunolñgico a materias forãneas. Y aunque teoréas acerca de la conexiñn de los injertos de sélice con el cãncer de mama fueron desacreditados, el daño a la reputaciñn de la silicona persiste.
Es triste decirlo, pero puesto que el uso de silicona en las bateréas de cocina es bastante nuevo, no ha habido mucha investigaciñn sobre su seguridad para su uso con alimentos. Años atrãs en 1979 la Direcciñn de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) determinñ que los biñxidos de silicio―los elementos bãsicos en la bateréa de silicona para cocina―podéan ser reconocidos generalmente como seguros para utilizar aün en contextos de alimentos. Pero los primeros utensilios de cocina de sélice (espãtulas) no comenzaron a aparecer en las tiendas hasta una década mãs tarde, y la FDA no ha realizado ningün otro estudio de seguimiento para determinar si la silicona puede lixiviarse de los utensilios de cocina y contaminar potencialmente los alimentos. Por su parte, la agencia de la salud de Canadã, Health Canada, mantiene que la silicona para alimentos no reacciona con comidas ni bebidas y no produce ningün vapor peligroso, y como tal puede usarse al mãximo de las temperaturas r
ecomendadas.
La defensora de consumidores Debra Lynn Dadd, quién evita el Teflñn debido a preocupaciones de salud, es optimista con respecto a los utensilios de sélice para cocinar, después de investigar su toxicidad potencial. “Traté de encontrar alguna informaciñn sobre los efectos de salud a razñn del caucho de silicona, pero esto no aparece listado en ninguna de las bases de datos de sustancias quémicas tñxicas que utilizo,” dice ella, agregando que ella también muestreñ datos materiales de seguridad en varios cauchos de silicona fabricados por Dow Corning (que manufactura unas 700 variaciones). “Todas las descripciones que leé del caucho de silicona lo describen como quémicamente inerte y estable, asé que es improbable que reaccione con o lixivie en los alimentos, ni emite vapores de gas”. Ella agrega que la silicona “no es tñxico a organismos acuãticos o de tierra, no es un desecho peligroso, y aunque no es biodegradable, puede ser reciclado después de una vida de uso”.
Por lo tanto, aunque la mayoréa de nosotros probablemente no tendremos ningün problema con los utensilios de sélice de cocina, los que sufren de sensibilidades quémicas quizãs quieran esperar hasta que se concluyan investigaciones mãs definitivas. Mientras tanto, los utensilios para cocina de hierro fundido y aluminio anodizado siguen siendo la elecciñn preferida para los que estãn concernidos acerca de la lixiviaciñn de materiales perjudiciales en sus alimentos cocinados.
CONTACTOS: FDA; Health Canada; Debra Lynn Dadd; Dow Corning.
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