Semana del 23/03/2008
Querido DiãlogoEcolñgico: éSé que hay ahora un gran debate sobre si necesitamos o no el agua embotellada, pero hay alguien que esté preocupado del desperdicio increéble representado por las botellas plãsticas de esta industria?
—Bert B., Dubuque, Iowa
La basura plãstica generada por el crecimiento astronñmico reciente en el negocio del agua embotellada es significativa. Los ecologistas la denuncian especialmente porque el agua potable de nuestras llaves es generalmente tan buena y si no de calidad mejor que los léquidos embotellados (de hecho a veces el agua embotellada es sencillamente agua de la llave). Ademãs, las botellas de agua no estãn sujetas a las leyes de embotellamiento que han mantenido miles de millones de envases de soda—hechos del mismo empaquetado de plãstico PET derivado del petrñleo—fuera de nuestros basurales ya colmados.
Segün el Instituto de Reciclaje de Contenedores (CRI), un grupo sin fines de lucro basado en Washington, DC, comprometido a maximizar el reciclaje de todo tipo de envases de bebidas, las ventas de agua de beber-en botella no gasificada y sin alcohol—vale decir agua emboteada comün y bebidas "de energéa" y deportes—sobrepasarãn probablemente las ventas de la soda en los E.E.U.U. antes de 2010. Se vende hoy mãs de siete veces la cantidad de agua embotellada que se vendéa meramente una década atrãs.
El hecho de que mãs americanos estén cambiandose de la soda malsana al agua es una tendencia positiva de la salud, pero la preferecia por el agua embotellada sobre el agua de grifo significa que el ambiente estã absorbiendo un gran golpe. El anãlisis del CRI demuestra que los americanos nunca han reciclado tanto PET como estos ültimos años. Sin embargo, el aumento agudo en ventas del agua embotellada significa que aün mãs de este material estã escapando el reciclado. El CRI dice que si el agua embotellada estuviese incorporada solamente a las leyes de envases de los 11 estados que conceden actualmente de cinco a 10 centavos de reembolso por cada botella devuelta, la tasa de desperdicio del PET caeréa un trescientos por ciento o mãs a través de la naciñn.