Basándose en cantidades limitadas de investigación, la Sociedad del Cáncer de EE.UU. declara que el nivel de energía de radiondas provenientes de torres celulares es demasiado bajo para detectar cualquier impacto de salud humano. No obstante, los teléfonos celulares y sus torres son una tecnología bastante nueva, y es seguro que se verá más investigación al respecto.© Flickr
Nadie duda que las torres de teléfonoa celulares emiten radiaciñn baja de radiofrecuencia (similar al horno microondas en tu hogar), pero los cientéficos todavéa estãn discutiendo los efectos sobre la salud de tal exposiciñn a largo plazo. Algunas personas estãn genéticamente predispuestas a ciertos tipos de cãnceres, mientras que otras no (por ejemplo, algunos fumadores de por vida son atacados finalmente por el cãncer de pulmñn mientras que otros no). Y con tan diversos productos quémicos, agentes contaminadores y otras sustancias alrededor de nosotros en nuestro aire, alimento y agua, es muy difécil determinar con certeza si una influencia ambiental particular (tal como una torre de teléfono celular) es el culpable cuando problemas de salud, tales como cãncer, se presentan en una escena particular o entre ciertas poblaciones.
Pero eso no ha dejado que muchas comunidades se preocupasen acerca de este problema y que tomasen medidas preventivas. En San Francisco, por ejemplo, individuos y grupos de vecinos concernidos con este problemaen han formado la San Francisco Neighborhood Antenna-Free Union (SNAFU) [Uniñn de Vencidarios Sin Antenas Celulares de San Francisco (SNAFU)] con el fin de prevenir "la colocaciñn de antenas sin hilos en residencias o cercanas a escuelas, centros de servicios médico, guarderéas, centros de ancianos, mayores, patios de recraciñn, lugares de culto, y otras localizaciones inapropiadas
"
El SNAFU estã preocupado con la idea que San Francisco "estã ya sumergido en un mar de radiaciñn electromãgnetica" de, entre otras fuentes, unas 2.500 antenas autorizadas de teléfonos celulares en 530 localidades alrededor de la ciudad. El grupo estã distribuyendo peticiones pidiendo a los funcionarios locales que aumenten las "restricciones en el nümero y localidades de las antenas de teléfono mñvil y de otros transmisores sin hilos." Otras controversias han explotado en comunidades de Connecticut y otras partes acerca de las iglesias que alquilaban sus tejados y campanarios a compañéas telefñnicas celulares para la colocaciñn de antenas. Y los padres en Ossining, Nueva Y
ork emprendieron una batalla que fallñ en 2000 para prohibir la generaciñn de ingresos de torres celulares en los precintos escolares.
No obstante, la Sociedad del Cãncer Norteamericana (ACS) no parece estar demasiado preocupada al respecto, indicando que evidencia epidemiolñgica limitada no sugiere ninguna relaciñn alarmante entre los cãnceres y la vida o el trabajo cerca de una torre de teléfono celular. ACS dice que el nivel de energéa de ondas de radio generado por las torres de celulares es demasiado bajo causar cualquier impacto detectable en la salud humana, y que una persona tendréa que colocarse directamente delante de una antena para coger incluso cantidades énfimas de radiaciñn. Y a diferencia de radiograféas o de rayos gama, la radiaciñn electromãgnetica de la radiofrecuencia no es "ionizante," lo que significa que carece del "entusiasmo" para romper los enlaces que sostienen juntas a las moléculas (como del DNA) en las células.
Sin embargo, los teléfonos celulares y sus torres son bastante nuevos como tecnologéa, y se han efectuado muy pocos estudios médicos sobre sus efectos. Y la mayor parte de la investigaciñn citada por la Sociedad del Cãncer Norteamericana se ha centrado en la exposiciñn directa y prolongada a la radiaciñn electromãgnetica de la radiofrecuencia, y generalmente no especéficamente en torres celulares y sus efectos. SNAFU declara que no se ha hecho "ninguna tentativa sistemãtica de determinar qué exposiciones acumulativas actuales existen de esta radiaciñn
.” No obstante, la preocupaciñn püblica persistente acerca de este tema significa que seguramente se verã mãs investigaciñn acerca del asunto en el futuro.
CONTACTS: American Cancer Society; San Francisco Neighborhood Antenna-Free Union (SNAFU)