Semana del 27/6/10

Querido DiãlogoEcolñgico: éEs verdad que los plãtanos son tabü para cualquier persona que se preocupe por la destrucciñn de las selvas hümedas? éIncluso si busco el “comercio justo” o plãtanos orgãnicos, aumento yo la demanda que estã decimando la selva?

—Laura Barnard, Hillsboro, OH

Tristemente, las respuestas simples a estas preguntas pueden ser sé y sé por ahora, pero eso puede cambiar a medida que la industria bananera de $5 mil millones de dñlares acepte gradualmente formas mãs ecolñgicas de producciñn. Histñricamente, cultivando la fruta mãs popular del mundo ha causado degradaciñn masiva de la tierra de la selva a través de los trñpicos, inyectado sustancias quémicas nocivas a través de cuencas forestales anteriormente préstinas, y envenenado y explotado muchos trabajadores del agro.

“Las plantaciones de plãtano fueron notorias por sus abusos ambientales y sociales, que incluyeron el uso de pesticidas peligrosos, pobres condiciones de trabajo, contaminaciñn del agua, y deforestaciñn,” reporta la Rainforest Alliance, un grupo sin fines de lucro basado en Nueva York que ha estado trabajando para mejorar las condiciones ambientales y de trabajo en la industria desde 1990. “Bolsas de plãstico impregnadas de pesticidas, que protegen plãtanos a medida que crecen, a menudo han cubierto riberas y playas cerca de granjas de plãtano, mientras que la escorrentéa agroquémica y erosiñn mataron peces, y atascaron réos y arrecifes de coral”. También, la proximidad de viviendas a campos plataneros, con reglamentos poco estrictos para el manejo de pesticidas, condujo a enfermedades frecuentes entre trabajadores y personas que viven en las cercanéas.

Se ha sabido por mucho tiempo que la producción de platanos ha inducido grandes abusos a los derechos humanos y al medio ambiente, los cuales han incluido el uso de pesticidas peligrosos, polución del agua, deforestación, y malas condiciones de trabajo. Pero eso está cambiando gradualmente gracias a la labor de la Rainforest Alliance, la Red de Agricultura Sostenible, y otros grupos sin fines de lucro.© Ian Ransley Design, courtesy Flickr

Pero la ayuda esta en camino, en gran parte gracias al trabajo pionero de la Rainforest Alliance, que certifica como sostenibles las granjas de plãtano y plantaciones que satisfacen ciertos criterios de gestiñn responsable de granjas por la Red Sostenible de Agricultura [Sustainable Agriculture Network], una coaliciñn de grupos no lucrativos que laboran para mejorar la producciñn de artéculos de consumo en los trñpicos. A consecuencia del programa, un 15 por ciento de todos los plãtanos vendidos internacionalmente ahora vienen de granjas certificadas por Rainforest Alliance. El grupo estã especialmente orgulloso de sus acuerdos con dos de los cultivadores mãs grandes, Favorita y Chiquita. Todas las granjas de Favorita en Ecuador y las granjas de Chiquita en Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamã estãn certificadas como sostenibles bajo los términos del programa.

Aunque el éxito de la Rainforest Alliance es ciertamente un paso en la direcciñn correcta, otros grupos lamentan el hecho que incluso las plantaciones certificadas estãn en tierras que eran una vez selvas tropicales. Segün Rainforest Relief, el püblico norteamericano todavéa deberéa evitar del todo comprar plãtanos y en su lugar optar por la fruta cultivada localmente, como manzanas, duraznos, cerezas o peras. El grupo sigue optimista, sin embargo, que su trabajo con cooperativas dedicadas al cultivo de plãtanos orgãnicos bajo una cubierta forestal diversificada en Costa Rica pueden llevar finalmente el mercado internacional de plãtanos hacia una mejor utilizaciñn de la tierra y mãs altos estãndares de seguridad para el trabajador.

“Estos agricultores en la mayor parte sñlo cultivan porciones pequeñas de la tierra que poseen o controlan, las demãs siendo dejadas como montaña—bosque tranquilo—ayudando asé a preservar su agua corriente fresca y mantener sana la fauna que “trabaja” sus granjas con ellos,” reportea Rainforest Relief. El grupo ha estado trabajando para desarrollar mercados secundarios para plãtanos que pueden haber sido magullados durante cosecha o transporte pero que todavéa pueden ser utilizados para la comida de bebés, vinagre y otras aplicaciones que no requieren cãscaras intachables. Algunos de estos productos son vendidos a turistas en Costa Rica mientras otros se venden en los EE.UU.—busca la marca Rainforest Farms, entre otras—en Whole Foods y otros detallistas de alimentos naturales.

CONTACTOS: The Rainforest Alliance; Chiquita; Favorita; Rainforest Relief.


Querido DiãlogoEcolñgico: éHay algün lazo entre la creciente actividad volcãnica—como las erupciones recientes en Islandia, Alaska y otras partes—y el calentamiento climãtico?

—Ellen McAndrew, a través de email

La cantidad de gases invernadero emitidos por incluso una erupción volcánica grande y continua es minúscula comparada con las emisiones de carbón industriales y automotoras causadas por las actividades humanas. El calentamiento global puede, sin embargo, causar erupciones volcánicas al derretir el hielo que impide que las rocas se tornen magma. FOTO: El Volcán Arenal en Costa Rica, uno de los 10 volcanes meas activos del mundo.© Frank Kehren, courtesy Flickr

Es imposible atribuir fenñmenos naturales aislados—como una erupciñn volcãnica individual—al calentamiento climãtico, pero algunos investigadores insisten que existe una correlaciñn entre los dos en algunos casos.

“El calentamiento climãtico funde el hielo y esto puede influir sistemas magmaticos,” informa Freysteinn Sigmundsson del Nordic Volcanological Centre en la Universidad de Islandia. Su investigaciñn con Carolina Pagli de la Universidad de Leeds en Inglaterra sugiere que las piedras no pueden expandirse para volverse magma—el “material bãsico” de erupciones volcãnicas—cuando estãn bajo la presiñn de una capa grande de hielo que las aprieta. Segün la teoréa, el derretimiento de las capas de hielo alivia esa presiñn y permite que las piedras se conviertan en magma. Esto a su vez aumenta las oportunidades de erupciones mãs grandes y/o mãs frecuentes en regiones afectadas, de Islandia a Alaska a Patagonia a la Antãrtida.

En cuanto a Islandia especéficamente, la erupciñn de Monte. Ejyafjallajñkull que cancelñ los viajes por aviñn por varias semanas la primavera pasada no puede ser culpado por el cambio del clima: El volcãn yace bajo un casquete de hielo relativamente pequeño que no ejerceréa suficiente presiñn para afectar la creaciñn de magma. Pero Sigmundsson y Pagli encontraron que al fundirse cerca de un décimo del casquete de hielo mãs grande de Islandia, Vatnajokull, durante el ültimo siglo causñ que la tierra subiera una pulgada ahé por año y llevara al crecimiento de una masa subterrãnea de magma de un tercio de milla cübica. Procesos semejantes, dicen ellos, llevaron a una oleada de erupciones volcãnicas en Islandia a fines de la ültima edad de hielo, y una mayor actividad volcãnica similar se espera que ocurra allé en el futuro.

Por otro lado, las erupciones volcãnicas pueden exacerbar los efectos progresivos del cambio de clima: Los glaciares ya en retirada pueden perder todo su hielo cuando sople algo debajo de ellos. Por supuesto, muchos volcanes alrededor del mundo no estãn sujetos a presiones de capas de hielo, y los cientéficos enfatizan que hay poca o ninguna evidencia que ligue el calentamiento climãtico a las erupciones en tales situaciones.

Algunos han teorizado que las erupciones volcãnicas grandes contribuyen al calentamiento climãtico ya que arrojan cantidades grandes de biñxido de carbono y otros gases invernaderos en la estratñsfera. Pero la cantidad de gases invernaderos emitidos por aün una erupciñn volcãnica grande y progresiva es solamente una gota en el océano con respecto a nuestra producciñn anual de emisiones de carbñn industriales y automotoras.

Segün el U.S. Geological Survey, las emisiones de gas invernadero de volcanes representan menos que uno por ciento de los engendrados por las actividades humanas. También, las nubes de ceniza y biñxido de azufre descargadas por los volcanes impiden que algo de la luz solar alcance la Tierra y como tal puede tener un efecto deenfriamiento en el planeta. La erupciñn del Monte Pinatubo en las Filipinas en 1991—una erupciñn mucho mãs grande que lo que ocurriñ recientemente en Islandia—causñ un enfriamiento promedio de medio grado centégrado alrededor del mundo durante el año siguiente. Pero no importa de como se den, las erupciones volcãnicas individuales, aunque duren semanas o meses, es poco probable que puedan enviar suficiente gas o ceniza a los cielos como para tener algün efecto a largo plazo en el clima del planeta.

CONTACTOS: Nordic Volcanological Centre at the University of Iceland; U.S. Geological Survey.

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