Semana del 29/11/09

Querido DiãlogoEcolñgico: éQué esperan lograr los organizadores en la prñxima (de 7-18 de diciembre de 2009) Conferencia de Cambio de Clima de las Naciones Unidas, a realizarse en Copenhague?

—F. Rojas, Oakland, CA

La prñxima COP15 en Dinamarca—asé denominada porque es la 15a reuniñn internacional de la Conferencia de los Partidos (CDP) bajo el Marco de la Convenciñn de Cambio de Clima de las Naciones Unidas—es la prñxima oportunidad grande del mundo para tomar acciñn multi-lateral decisiva para reducir emisiones de gas invernadero a un grado suficiente que permita evitar un cambio catastrñfica de clima.

Negociadores de todo el mundo esperan llegar a un acuerdo obligatorio con respecto a la reducciñn de emisiones que tanto los paéses desarrollados como en véas de desarrollo puedan aceptar. Lo que se juega es vital: Esta conferencia representa el paso final tras años de negociaciones—y sus resultados podréan inscribir un rumbo hacia el éxito o fracaso en lo que respecta a los esfuerzos humanos para controlar la bestia del carbñn que soltamos durante la revoluciñn industrial.

Oficialmente, el objetivo indicado de COP15, segün organizadores de las Naciones Unidas, es “estabilizar la cantidad de gases invernaderos en la atmñsfera a un nivel que prevenga cambios artificiales peligrosos de clima”. Los mismos agregan que “esta estabilizaciñn debe ocurrir de tal manera que los ecosistemas tengan la oportunidad de adaptarse a la situaciñn naturalmente” sin poner en peligro la seguridad de alimentos o dificultar el desarrollo sostenible, social y econñmico alrededor del mundo. Los organizadores, los delegados y una gran variedad de otros participantes—se espera que asistan unas 10.000 personas—todavéa tienen esperanza de llegar a establecer un acuerdo ambicioso global, legalmente obligatorio, de reducciñn de emisiones para entrar en efecto a principios de 2012. Eso es cuãndo expiran los compromisos iniciales hechos bajo el Protocolo de Kioto, un tratado internacional anterior del clima que EE.UU. se negñ a respaldar.

Organizadores internacionales, delegados y otras asistiendo a la conferencia venidera sobre clima COP15 en Copenhague, Dinamarca, esperan establecer un convenio global ambicioso y legalmente obligatorio para la reducción de emisiones a entrar en vigencia en 2012. Esa es la fecha en que expiran los compromisos iniciales hechos bajo el procolo de Kioto, y otros tratados internacionales sobre clima que los Estados Unidos ha reusado aceptar.© Getty Images

Un punto problemãtico es si o no la administraciñn de Obama se arriesgarã a aceptar reducciones significativas de emisiones sin el consentimiento previo del Congreso. La legislaciñn norteamericana mãs prometedora sobre el clima, el lproyecto de ley Kerry-Boxer, estã actualmente siendo considerado por el Senado pero probablemente no se pondrã a votaciñn hasta febrero 2010 o después; tradicionalmente el gobierno estadounidense prefiere refinar sus poléticas legislativamente en casa antes de aceptar compromisos internacionales. Pero partidarios de ambos partidos en el Senado dicen que pueden abrazar ciertos términos ahora que serãn aceptables a un suficiente nümero de sus colegas para el pasaje posterior, permitiendo a los negociadores norteamericanos en Copenhague tener algunas pautas para sus negociaciones durante COP15.

China y mucho del mundo en véas de desarrollo querréan ver a los paéses industrializados reducir en un 40 por ciento sus emisiones de gas invernadero bajo los niveles de 1990 para 2020, pero los analistas dicen que tales cortes tan drãsticos son probablemente imposibles con los poléticos de EE.UU. El campeñn del clima Al Gore estã urgiendo a los delegados de COP15 a que creen un marco legal obligatorio donde los compromisos puedan ser incrementados eventualmente a medida que los gobiernos comiencen a darse cuenta de los beneficios de convertir sus economéas a un regimen vigoroso de energéa renovable y tomando parte en el desarrollo de tecnologéa “verde”.

Mãs allã de la gran interrogante sobre como actuarã EE.UU., los negociadores de COP15 se esforzarãn para lograr consenso sobre una gran variedad de asuntos relacionados, incluyendo: qué año deberéa usarse como base para medir las metas especéficos de reducciñn; la duraciñn del peréodo de compromiso de reducciñn de emisiones; si o no proclamar un limite a la deforestaciñn, especialmente en pluviselvas tropicales en paéses en desarrollo; y si o no aplicar reglamentos mãs severos a los métodos utilizados para reducir emisiones.

CONTACTOS: COP15.


Querido DiãlogoEcolñgico: Oé recientemente el término “edificio viviente”. éPueden Uds. explicar de qué se trata?

—Rebecca Gordon, Seattle, WA

Líderes del emergiente movimiento Edificio Viviente definen un edificio viviente como "una estructura que genera toda su propia energía con recursos renovables no tóxicos, captura y trata toda su agua, y opera eficientemente y con máxima belleza. Foto: El Centro Omega de Viviencia Sostenible, en Rhinebeck, Nueva York, que espera ser certificado como edificio viviente en mayo de 2010, después de tener un año de existencia.© Omega Center for Sustainable Living

Durante las dos décadas pasadas, los arquitectos y constructores en busca de maneras de “verdear” sus proyectos han empezado a añadir gradualmente varios elementos dispares para ahorrar agua por un lado o reducir electricidad por otro. Los que agregaron mãs de unos pocos toques “verdes” pudieron solicitar y ser certificados por el Consejo de Edificios Verdes de los EE.UU. (USGBC) bajo su iniciativa Liderazgo en Energéa y Diseño Eficiente (LEED). Aunque estos esfuerzos han sido loables—lanzando en esencia la industria de construcciñn verde que conocemos hoy—ellos representan solamente la infancia de lo que algün déa podréa llegar a ser la construcciñn verde.

El concepto del “edificio viviente” ha surgido ahora como un nuevo ideal para el diseño y la construcciñn. La Cascadia Region Green Building Council (CRGBC) [ Consejo Verde de la Construcciñn de la Regiñn de Cascadia (CVCRC]—la divisiñn del Pacéfico Noroeste de la USGBC—define un edificio viviente como una estructura que “engendra toda su propia energéa con recursos no tñxicos renovables, captura y trata toda su agua, y opera eficientemente y para belleza mãxima”. El grupo ha estado luchando por la adopciñn del concepto por parte de industrias de la construcciñn dentro de la naciñn, y también ayudñ a lanzar el Instituto Internacional del Edificio Viviente para promover el concepto internacionalmente.

“Vemos nuestro rol como la organizaciñn destinada a formular las preguntas realmente diféciles, para expandir los lémites lo mãs posible,” dice Jason McLennan, director general de CRGBC. A este fin, en 2006 el grupo lanzñ su Desaféo Edificio Viviente (LBC), un “llamamiento a la comunidad del diseño y construcciñn para perseguir una sostenibilidad verdadera en el ambiente construido”. Hasta ahora 60 proyectos diferentes alrededor de Norteamérica rivalizan para satisfacer los estãndares altos del LBC, que exceden aün el estatus mãs alto de certificaciñn de LEED.

El primer edificio a ser completado para consideraciñn bajo el programa de LBC es el Centro Omega para Vivencia Sostenible, en Rhinebeck, NY. El edificio de 6.200 pies cuadrados, de un-nivel, que sirve como sede para el Instituto Omega de Estudios Holésticos, incorpora un sistema geotérmico de calefacciñn y enfriamiento, paneles solares, jardines de lluvia que dirigen la escorrentéa para irrigar plantas, un invernadero de 4.500 pies cuadrados que ayuda a filtrar aguas servidas para su reuso, diseño de &#

8220;luz de déa” que trae la luz natural al interior para minimizar el uso de luz eléctrica, y materiales de construcciñn ecolñgicamente aprobados por todas partes. Fue diseñado—por criterios de LBC—para ser “red-cero,” significando que no utiliza mãs energéa que la que engendra. Una vez que el edificio haya estado en operaciñn por un año entero el prñximo verano, CRGBC lo examinarã para ver si su desempeño corresponde a la “propaganda verde”. Docenas de otros contendores de LBC por toda Norteamérica serãn evaluados también.

Por supuesto, los costos de crear un edificio viviente hoy son muy altos. Lograr red-cero puede ser especialmente costoso, y este hecho se perfila como uno de los obstãculos mãs grandes al interés en el concepto de edificio viviente. Otro problema es encontrar materiales que satisfagan las normas de LBC, ya que muchos materiales de construcciñn comunes—como las cañeréas de PVC para el transporte de agua servida—emiten gases y tienen otros atributos peligrosos. LBC también espera que los constructores se pertrechen localmente de tantos materiales como sea posible para ayudar a fortalecer las economéas locales y hacer uso eficiente de recursos naturales cercanos. McLennan se muestra seguro que los costos bajarãn a medida que los materiales verdes, las tecnologéas y los métodos lleguen a ser mãs comunes dentro de la industria de la construcciñn en general.

CONTACTOS: USGBC; CRGBC; International Living Building Institute; Omega Institute.

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