La protección de los bosques centenarios es importante por muchas razones. Estas áreas ofrecen una de las aguas dulces más limpias del mundo, habitats críticos para el salmón y la fauna salvaje, oportunidades recreacionales al nivel mundial, y almacenamiento crítico del carbón en nuestra lucha contra el calentamiento global. Imagen: una sección de bosque centenario en el Joyce Kilmer Memorial Forest, ubicado en Graham, NC.© Streaminspector, courtesy Flickr
Tan descabellado como suena, nadie sabe realmente cuãntos bosques viejos quedan en las regiones boscosas de América, principalmente porque las diversas agencias y cientéficos tienen ideas diferentes sobre cñmo definir el término. Hablando en términos generales, el "bosque de viejo crecimiento" se refiere a bosques que contienen a menudo ãrboles de centenares o miles de años. Pero incluso cuando hay acuerdo en una definiciñn especéfica, diferencias en los métodos usados para hacer un inventario de las forestas vérgenes pueden producir discrepancias importantes. Asé se queja la National Commission on Science for Sustainable Forestry (NCSSF) [Comisiñn nacional de ciencia para la silvicultura sostenible (NCSSF)] en su informe reciente, "Mãs allã de las forestas de viejo crecimiento: Los bosques mãs viejos en un mundo en cambio."
En 1991, por ejemplo, el Servicio Forestal de los E.E.U.U y la sociedad no lucrativa Wilderness Society hicieron cada uno sus propios inventarios de bosques viejos—en el noroeste pacéfico y la California del Norte. Ambos utilizaron la definiciñn del Servicio Forestal basada en el nümero, edad y densidad de ãrboles grandes por acre, las caracterésticas del pabellñn de bosque, el nümero de ãrboles muertos y troncos caidos y otros criterios. Sin embargo, porque cada agencia utilizñ diversas técnicas de teledetecciñn para recolectar datos, el Servicio Forestal reportñ 4,3 millones de acres de viejo crecimiento mientras que la Wilderness Society encontrñ solamente dos millones de acres.
El NCSSF también estudiñ los datos, y concluyñ que 3,5 millones de acres (o el seis por ciento) de los 56,8 millones de acres de bosque en la regiñn podéan clasificarse como centenarios o milenarios—-vale decir ãrboles con mãs de 30 pulgadas de diãmetro con bñvedas de follaje complejas. Ensanchando la definiciñn para incluir bosques antiquésimos con ãrboles de diãmetro medio y pabellones simples y complejos, el NCSSF declarñ que subiréa su cifra dramãticamente.
En otras partes del paés, menos de uno por ciento de los bosques del nordeste son centenarios, aunque bosques maduros que se convertirãn en centenarios en algunas décadas son mãs abundantes. El sureste tiene incluso menos inventario de ãrea—un inventario de 1993 encontrñ cerca de 425 sitios de bosques c
entenarios a través de la regiñn, equivalente solamente a la mitad del uno por ciento del ãrea total boscosa. El sudoeste tiene solamente unos pocos bolsillos dispersados de ãrboles viejos (mayormente pino Ponderosa), pero en general no se conoce por sus ãrboles histñricos. Y los bosques milenarios son incluso mãs escasos en los Grandes Lagos.
Es difécil decir si los bolsillos restantes de bosques centenarios desparramados por ãreas ademãs del noroeste pacéfico seguirãn siendo protegidos, pero los ecologistas estãn trabajando duro para salvar lo que pueden en California septentrional, Oregon y Washington. La administraciñn de Bush anunciñ recientemente planes para aumentar la explotaciñn forestal a través de las reservas restantes de bosques centenarios de Oregon un cierto 700 por ciento, en efecto revocando el Plan Forestal del Noroeste de 1994 que puso bajo protecciñn la mayor parte de los bosques centenarios restantes de la regiñn como habitat del Büho Moteado en peligro.
La protecciñn de las forestas ancestrales es importante por muchas razones. "Estas ãreas proporcionan el agua dulce casi mãs limpia del mundo, habitat crético de salmones y de fauna, oportunidades recreacionales de calidad mundial y almacenaje crético de carbñn en nuestra lucha contra el calentamiento del planeta," dice Jonathan Jelen del grupo no lucrativo Oregon Wild, agregando que tanto como el 20 por ciento de las emisiones relacionadas con el calentamiento del planeta se puede atribuir a la tala de ãrboles y a la mala administraciñn de los bosques. "Un cuerpo creciente de evidencia estã demostrando el papel crético que los bosques—y los bosques antiquésimos en particular—pueden desempeñar en la mitigaciñn del cambio de clima."
CONTACTOS: NCSSF; Oregon Wild