Semana del 5/8/12

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Querido DiálogoEcológico: La pesca comercial de ballenas fue prohibida alrededor del mundo hace años, pero algunas naciones continúan cazando ballenas. ¿Por qué sucede esto y qué se hace al respecto?

— Jackie O’Neill, Hershey, PA

Lamentablemente para nuestro mundo y su biodiversidad, las ballenas todavía son matadas a pesar de una prohibición internacional de la pesca comercial de ballenas. En verdad, la pesca de ballenas desenfrenada a través de los últimos dos siglos ha diezmado casi todas las poblaciones de ballena alrededor del globo. Según Greenpeace, muchas especies de ballena están ahora a alrededor de un uno por ciento de su abundancia anterior antes de los días de la pesca de comercial.

Catorce naciones que pescaban ballenas se reunieron en 1946 para formar la Comisión Ballenera Internacional (IWC) para administrar la población de ballenas y recomendar límites a su caza cuando fuese apropiado. Pero el descenso continuo de la población forzó a la IWC a instaurar una prohibición total de toda la pesca comercial de ballenas en 1986. Pero Japón, Noruega e Islandia continúan desafiando la prohibición, cada uno de ellos capturando anualmente centenares si no más de ballenas.

“Los japoneses inventaron el concepto de la pesca “científica” de ballenas en 1987 como una manera de evadir la moratoria de la pesca comercial de ballenas,” informa Greenpeace. “Tal investigación no es realmente investigación. Es una excusa para conseguir carne de ballena para el mercado japonés”. La investigación consiste, entre otras cosas, de análisis del contenido del tracto digestivo. Los datos de lo que los animales comen entonces se utilizan para afirmar que las ballenas comen demasiados peces comercialmente importantes y que las poblaciones deben ser reducidas para salvar los pescados, indica Greenpeace, y que los japoneses selectivamente publican datos sobre ciertas especies e ignoran datos con respecto a otras.

Noruega reasumió la pesca de ballenas en 1993 “como una tentativa del partido en el poder en aquel momento para ganar popularidad en el norte de Noruega,” dice Greenpeace. “Para justificar su caza, los científicos noruegos hicieron un cálculo de la población cetácea, que se vio después ser sumamente exagerado”.

E Islandia aumentó su pesca de ballenas dramáticamente en los últimos años. “En 2010 solamente los balleneros islandeses mataron cientos de ballenas—inclusive rorcuales (ballenas aladas) en peligro—y enviaron más de 750 toneladas de carne de ballena y productos a Japón, cuyo mercado ya está colmado de carne de ballena proveniente de su propio programa de “pesca científica de ballenas,” reporta el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC), un grupo no comercial.

Varios grupos verdes inclusive NRDC peticionaron recientemente la administración de Obama para tomar medidas contra Islandia bajo la Enmienda Pelly de la Ley de Protección a la Pesca. “La Enmienda permite al Presidente imponer sanciones comerciales contra un país que ‘disminuye la eficacia’ de un acuerdo de conservación—en el caso de Islandia la moratoria de la pesca de ballenas y otro tratado internacional que prohíbe el comercio en especies en peligro de extinción,” dice NRDC. La petición denomina varias empresas de Islandia—inclusive compañías prominentes de mariscos con vínculos a la industria ballenera de Islandia—como objetivos potenciales de sanciones comerciales.

Greenpeace ha estado presionando al Japón no sólo para terminar su propia pesca de ballenas pero también su apoyo a la pesca de ballenas por otras naciones que no respetan la moratoria del IWC. “Trabajamos alrededor del mundo para aumentar la presión sobre Japón por gobiernos participantes en el IWC que toman seriamente la conservación para cerrar las lagunas legales políticas que permiten que siga la caza despiadada,” dice Greenpeace, “y para subrayar la compra de votos que mantiene estas lagunas legislativas en existencia”.

CONTACTOS: IWC; Greenpeace; NRDC.


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Querido DiálogoEcológico: Yo no podía creerlo: ¿”Mosquitos genéticamente creados”? ¿Por qué demonios serían creados? ¿Y entiendo que hay planes de soltarlos en zonas vírgenes?

— Marissa Abingdon, Sumter, SC

Sí, es verdad, mosquitos genéticamente creados, que fueron criados en el laboratorio para transmitir un gene durante el proceso reproductor que mata su progenitura, ya han sido utilizados en base experimental en tres países—las Islas Caimán, Malasia y Brasil—para contrarrestar la infección de la fiebre vírica del dengue, transmitida por mosquitos y que se extiende rápidamente. La Organización Mundial de la Salud (WHO) estima que ocurren anualmente unos 100 millones de casos de humanos infectados con fiebre del dengue—la que causa una enfermedad parecida a la gripe severa y que en ciertos casos es fatal—en más de 100 países tropicales y subtropicales.

La compañía inglesa trás del proyecto, Oxitec, se está dedicando inicialmente a la fiebre del dengue, ya que el virus particular que la causa sólo es llevado por una subespecie de mosquito. Esto hace la enfermedad más fácil de seguir que la malaria, por ejemplo, que es llevada por muchos tipos diferentes de mosquitos.

Oxitec soltó primero algunos de los mosquitos genéticamente modificados en la Islas Caimán en el Caribe en 2009, sorprendiendo mucho a la comunidad internacional y defensores del ambiente, muchos de los cuales se oponen a la ingeniería genética en cualquiera de sus formas debido a los efectos secundarios desconocidos e involuntarios que podría causar la liberación de organismos transgénicos en el mundo.

En Brasil, donde a la fecha se han llevado a cabo los experimentos más grandes, el gobierno apoya una nueva instalación diseñada para criar genéticamente millones de mosquitos para ayudar a mantener a raya la fiebre del dengue.

La fiebre del dengue no se considera todavía como un problema grande en EEUU. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU reportan que la mayor parte de los casos de fiebre del dengue que aparecen en EEUU continental están entre los que han viajado a áreas subtropicales y tropicales del mundo. Sin embargo, OMS indica que la incidencia de fiebre del dengue en EEUU ha aumentado treinta veces en el último medio siglo.

Una propuesta de Oxitec para probar sus mosquitos transgénicos en los Cayos de Florida tiene algunos vecinos muy molestos. En abril de 2012, el pueblo de Cayo Oeste aprobó una ordenanza que prohíbe la liberación de los mosquitos hasta investigar aún más las implicaciones posibles para el ambiente. Mientras tanto, Oxitec ha presentado una solicitud de patente a la Dirección de Alimento y Drogas de EEUU (FDA) para su mosquito y permiso para soltarlos en EEUU.

Unas 80.000 personas han firmado una campaña en el sitio web de Chanfe.org pidiendo a la FDA que rechace la solicitud de Oxitec. Mila de Mier, la madre de Cayo Oeste que lanzó la campaña, está preocupada por las consecuencias potenciales de soltar un organismo experimental en un ecosistema delicado.

“El objetivo del negocio de Oxitec es vender mosquitos genéticamente modificados en Estados Unidos,” dijo de Mier. “…ya hemos dicho que nosotros no deseamos estos mosquitos en nuestros vecindarios, pero Oxitec no escucha”. Se necesitan más estudios científicos prolijos, agrega ella, que averigüen los impactos potenciales a largo plazo.

CONTACTOS: Oxitec; Change.org.