Semana del 14/10/12

© Dominio Público

Querido DiálogoEcológico: ¿Dado que la elección presidencial ya está por darse, qué me pueden decir ustedes acerca del historial ambiental de cada candidato y sus posiciones?

— Jane Miller, Chicago, IL

Simplemente porque el ambiente no recibe demasiada atención esta temporada de elección debido a la preocupación de la nación con los problemas de la economía no significa que los candidatos Obama y Romney puedan ignorar el asunto.

Los ecologistas han aclamado varias de las movidas del Presidente Obama durante su primer término, incluyendo: pasaje del Acto de Recuperación y su financiación para restauración de hábitats y medio ambiente y mejoras de la calidad de agua; pasaje de la primera completa Política Nacional de Administración de Océanos, Costas y Grandes Lagos; y el firmar la Ley Omnibus de Administración de Tierras Públicas de 2009, que expandió protecciones a tierras y conservación de agua a través de dos millones de acres de zonas vírgenes federales.

Obama también formó la Asociación de Comunidades Sostenibles para juntar agencias federales y ayudar a las comunidades por todo el país a mejorar acceso a viviendas razonables y aumentar las opciones de transporte a bajo costo, protegiendo a la vez el ambiente. El también estableció nuevas reglas para reducir los impactos negativos de la minería del carbón a cielo abierto, estableció estándares históricos que limitan las emisiones de gas invernadero provenientes de coches y camiones, hizo inversiones substanciales en energía ecológica, propuso los primeros límites de contaminación de carbón para nuevas centrales eléctricas a base de combustibles fósiles, y redujo emisiones de carbón dentro del gobierno federal.

Por el lado negativo, los líderes ecologistas están consternados debido a la falta de seguimento por parte de Obama de una promesa de campaña de 2008 de etiquetar los alimentos genéticamente modificados para que los consumidores sepan lo que están recibiendo cuando compran maíz, azúcar o los cereales de desayuno. También, una decisión de Obama en 2011 de desregular la plantación de alfalfa y remolacha azucarera genéticamente modificada encolerizó a los granjeros orgánicos y a líderes ambientalistas. Los verdes también se preocupan acerca del entusiasmo de Obama por una política energética “de inclusión total” que incluye la práctica de fracturación hidráulica (“fracking”) para conseguir el gas natural en camas de esquisto bajo bandas anchas del noreste y EEUU occidental.

Si es reelegido, Obama probablemente trabajará para expandir el liderazgo de EEUU en el establecimiento de límites de emisiones junto con otras naciones, y ha prometido continuar la reducción de nuestra dependencia en el petróleo para bajar más las emisiones de gas invernadero. Los conservacionistas también tienen esperanzas que Obama protegerá tierras amenazados por el desarrollo como lo hicieron Bill Clinton y George W. Bush un poco antes de dejar la Casa Blanca.

Aunque Mitt Romney no tiene mucho historial ambiental de sus días como gobernador de Massachusetts, él recibió un poco de alabanza por ser flexible con respecto a tanto ideas regulatorias como otras basadas en el mercado. El también apoyó un acuerdo de 2003 de los estados del noreste para reducir emisiones de carbón de centrales eléctricas a través de un sistema de “cap and trade” regional (comercio de derechos). Pero en 2005 Romney sacó a Massachusetts bruscamente del plan, diciendo a los periodistas que el sistema no protegía a los negocios y consumidores de los costos más altos de energía.

Romney ahora está proponiendo un plan de energía que abraza todas las opciones, inclusive hidrocarburos, energía nuclear y renovable. Pero recientemente declaró a ScienceDebate.Org que se opone a cualquier clase de impuesto al carbón o sistema de “comercio de derechos’ si este “perjudicara la economía norteamericana o cancelara empleos industriales,” agregando que el crecimiento económico y la innovación tecnológica, no la “regulación que sofocala economía,” son la clave para proteger el ambiente a largo plazo.

CONTACTOS: Mitt Romney: Energy; Barack Obama: Environment; ScienceDebate.org.


© Evan Gregg, Massachusetts Office of Travel & Tourism
Querido DiálogoEcológico: El gobierno federal designó recientemente la cuenca del Río Connecticut como la primera “Blueway Nacional”. ¿Qué es una Blueway Nacional (Vía Azul) y trae tal designación alguna financiación para fines de conservación u otros propósitos?

— Jackie Minor, por correo electrónico

En mayo de 2012 la administración de Obama designó en efecto al Río Connecticut y su línea divisoria de aguas de 7,2 millones de acres como el primer segmento de un nuevo Sistema Nacional de Vías Azules (Blueways), creadas para ayudar a conservar los hábitats de la fauna salvaje y amenidades naturales y también preservar o aumentar las oportunidades recreativas sanas en sistemas fluviales importantes a través del país.

El programa Nacional de Blueways forma parte de la gran Iniciativa de Espacios Abiertos de Norte América creada por la Casa Blanca para establecer una agenda de conservación y recreación sostenida por las comunidades para el siglo XXI. Blueways grandes como la línea divisoria de aguas del Río Connecticut son muy importantes no sólo como viveros para sistemas de biodiversidad y filtración de suministros de agua dulce, sino también como salidas recreativas al aire libre para millones de norteamericanos que pasan la mayor parte del tiempo encerrados.

La cuenca del Río Connecticut es una excelente primera adición al programa nacional de Blueways dada su importancia ecológica, cultural y recreativa para millones de norteamericanos a lo largo de su carrera de 410 millas de las cimas de Vermont por la frontera canadiense y luego por New Hampshire y Massachusetts a Connecticut, donde se vacía en el Océano Atlántico. Unos 2,4 millones de personas de casi 400 comunidades viven dentro de la cuenca del Río Connecticut. El grupo sin fines lucrativos Trust for Public Land (Trust de Tierras Públicas) calcula que 1,4 millones de esos residentes disfrutan de la belleza natural de la cuenca fluvial y fauna local y contribuyen por consiguiente cada año más de $1 billón de dólares a las economías locales.

“La cuenca de las aguas del Río Connecticut es un modelo de cómo las comunidades pueden integrar sus esfuerzos de gerencia

de la tierra y aguas con énfasis en la conservación de la cuenca desde su fuente original hasta el mar”, declaró el Secretario del Interior Kenneth Salazar al anunciar la nueva designación.

Según el Ministerio del Interior de EEUU, la designación Nacional de Blueway “difiere de designaciones federales existentes para ríos (por ejemplo, Salvaje y Escénico), que cubre generalmente sólo un segmento de un río y una banda estrecha de pasillo ribereño”. Por contraste, un Blueway Nacional incluye el río entero de “fuente al mar” así como su cuenca fluvial.

Una designación de Blueway Nacional no establece ninguna nueva protección para las líneas divisorias de las aguas en cuestión, pero abre la puerta a un posible apoyo federal para proyectos existentes y/o nuevos, de conservación local y regional de recreación y restauración. En el caso del Río Connecticut, la nueva designación ayudará al mejorar la coordinación entre entidades locales y regionales de planificación y agencias federales como el Cuerpo de Ingenieros del ejército de EEUU. La designación también debe significar más financiación para la construcción de senderos silvestres y proyectos de restauración de bosques.

No está claro todavía cuando otras cuencas fluviales de EEUU serán designadas para formar parte del programa de Blueways, pero hay ciertamente docenas si no centenares a través del país que podrían beneficiarse con esta inclusión.

CONTACTOS: America’s Great Outdoors Initiative.