Semana del 15/10/2006

Querido DiãlogoEcolñgico: éHay riesgos ambientales y de salud en el uso de esmaltes de uña? —Deborah Lynn, Milford, CT

Los pintauñas convencionales que se venden en la mayoréa de las farmacias y salones de belleza contienen verdaderamente una mezcla diabñlica de sustancias quémicas, incluyendo tolueno, que se ha ligado a una amplia gama de problemas de salud, de dolores de cabeza comunes e irritaciones de garganta, oédos, nariz, y ojos a desñrdenes del sistema nervioso y daño al hégado y los riñones.

Otro ingrediente comün pero tñxico en el esmalte de uñas convencional es el plasticizador quémico conocido como talato de dibutilo (DBP). Segün el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), una organizaciñn de investigaciñn y presiñn sin fines de lucro que hace campañas para educar a los consumidores acerca de los riesgos de salud en los cosmésticos, una serie de estudios han conectado el DBP a genitales subdesarrolados y otros problemas del sistema reproductivo en infantes recién nacidos.

Debido a esto, el DBP estã prohibido en la Uniñn Europea, pero la Direcciñn de Alimentos y Drogas de los E.U.A. (FDA) no ha tomado medidas similares, a pesar de que un estudio reciente por los Centros Norteamericanos de Control y Prevenciñn de Enfermedades encontrñ DBP y otros talatos tñxicos en la sangre de todas las personas que probaron. Ademãs, cinco por ciento de las mujeres de edad reproductiva examinadas (edades de 20-40) tenéan hasta 45 veces mãs de estas sustancias en sus cuerpos que lo anticipado por los investigadores.

El grupo EWG atribuye la prevalencia del DBP en las mujeres jñvenes al uso difundido del esmalte de uñas. “Las mujeres jñvenes deberéan evitar exponerse al DBP cuando se preparan a quedar encinta, cuando estãn encinta o cuando estén amamantando”, señala Jane Houlihan, Vicepresidente de Investigaciones con el grupo EWG.

Felizmente, existen pintauñas menos peligrosos que estãn disponibles en tiendas de salud y belleza naturales a la vez de tiendas en lénea tales como Natural Solutions y Infinite Health Resources. Estos productos, de fabricantes como Honeybee Gardens, PeaceKeeper, Jerrie, Visage Naturel y Sante, dependen de minerales que ocurren en forma natural y de extractos botãnicos para embellecer las uñas sin la necesidad de ingredientes tñxicos.

Muchos grandes fabricantes de pintauñas estãn ahora uniéndose a esta tendencia. Segün la Campaña Para Cosméticos No Peligrosos, una coaliciñn de organizaciones que incluye al EWG, el Fondo del Cãncer del Seno, Avon, Estee Lauder, Revlon, y L”Oreal confirmaron el año pasado que empezaréan a remover el DBP de sus productos. Y la marca farmaceütica bien conocida Sally Hansen ha declarado que estã reformulando todos sus productos para quitar el DBP, el tolueno, y el formaldehido, que también se sabe que causa cãncer y problemas reproductivos.

La exposiciñn a ingredientes tñxicos quémicos no es el ünico problema de salud ligado a los salones de manicura, donde el hongo de uñas y las bacterias pueden amenazar debajo de cada lima de uñas. La defensora de salud de mujeres Tracee Cornforth sugiere examinar un salñn bien por limpieza antes de usar sus servicios. También sugiere verificar que los empleados del salñn desinfecten todos los utensilios y equipos utilizados entre cada cliente, e incluso recomienda traer los propios estuches de utensilios de manicura o pedicura para minimizar la transmisiñn de cada una de estas feas y dolorosas enfermedades.

CONTACTOS: Environmental Working Group, www.ewg.org; Campaign for Safe Cosmetics, www.SafeCosmetics.org; Natural Solutions, www.bewellstaywell.com; Infinite Health Resources, www.infinitehealthresources.com.


Querido DiãlogoEcolñgico: Acabo de leer un informe que señala que el pesticida DDT, prohibido ya hace muchos años, estã siendo usado en Mozambique para combatir el paludismo. La malaria mata, pero no es el retorno del DDT aün mãs peligroso?

—Graeme Campbell, South Africa

La mayoréa del mundo desarrollado prohibiñ el uso de DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) en la década siguiente a la publicaciñn en 1962 del libro de Rachel carson, “Primavera Silenciosa”. El volumen de Carson, que muchos acreditan como la inspiraciñn del movimiento ambientalista moderno, documentñ el daño a los ecosistemas causados por el el rociado de cosechas con DDT a través de los Estados Unidos, y ligñ el pesticida a la desapariciñn de muchos pãjaros cantores y aves de rapiña.

Los funcionarios de salud de la época también conectaron la exposiciñn al DDT con daños a los nervios en los seres humanos, y culparon al DDT por causar cãncer en personas que lo habéan aplicado insensatamente. Hoy, debido al uso indiscriminado de la sustancia hasta fines de los años 1960, la mayoréa de la poblaciñn tiene vestigios de DDT en sus cuerpos. Desde entonces, el DDT ha estado crecientemente implicado en problemas de desarrollo de niños, segün la organizaciñn Beyond Pesticides (BP) [Mãs Allã de Pesticidas].

En la actualidad , dos docenas de paéses—incluyendo Mozambique y otras nueve naciones africanas—permiten el uso de pequeñas cantidades de DDT para controlar especéficamente enfermedades transmitidas por insectos, incluyendo la malaria. La malaria mata cada año un millñn de personas, incluyendo 800.000 niños africanos. El Dr. Arata Kochi, léder del programa mundial contra el paludismo de la Organizaciñn Mundial de Salud (OMS) apoya fuertemente el uso de DDT para combatir la malaria, señalando que esto no implica grandes riesgos de salud cuando se esparce en forma moderada en las paredes interiores de los hogares.

“El rociado moderado interior es ütil para reducir rãpidamente el nümero de infecciones causadas por los mosquitos portadores de malaria
y no presenta riesgos de salud cuando se utiliza correctamente”, affirma Anarfi Asamoa-Baah, subdirector general de la OMS para el SIDA, la tuberculosis y la malaria. Asamoa-Baah insiste que los beneficios del uso del DDT superan con creces los riesgos posibles.

Jay Feldman, director ejecutivo de Beyond Pesticides, no estã de acuerdo con estas posiciones y aboga por técnicas que no dependan de pesticidas como el DDT. “La comunidad internacional tiene la responsabilidad social de rechazar el uso de esta sustancia y de practicar una polética de control de plagas que sea efectiva y segura”, dice él. Feldman cita un estudio reciente que muestra que mujeres de Sudãfrica que viven en habitaciones tratadas con DDT tienen 77 veces el lémite internacional aceptado de esta sustancia quémica en su leche. Los investigadores postulan que grandes cantidades de DDT pueden haber contaminado el agua

de beber, exponiendo aldeas completas. “Esto subraya la razñn por la cual ninguna sociedad puede permanecer despreocupada del impacto del DDT sobre la salud y los ecosistemas globales,” señala Feldman.

Feldman estã demandando estrategias diferentes para controlar las plagas, incluyendo encarar las condiciones de pobreza que dan origen a la reproducciñn de mosquitos. No deberéamos “seguir tratando la pobreza y el desarrollo con “curitas”, sino unirnos para enfrentar las causas profundas de las enfermedades transmitidas por insectos, ya que las alternativas que usan sustancias quémicas terminan eventualmente siendo nocivas para todo el mundo”, agrega Feldman.

CONTACTOS: Beyond Pesticides, www.beyondpesticides.org; World Health Organization Malaria Information, www.who.int/topics/malaria/en.