Semana del 19/2/12

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Querido DiálogoEcológico: ¿Cuáles son las implicaciones ambientales para el futuro según el reciente discurso del Estado de la Unión del Presidente Obama?

— Marilyn Pike, Bethesda, MD

La economía dominó el discurso del Estado de la Unión reciente del Presidente Obama, pero su discusión acerca de la energía y el ambiente tomó casi siete minutos—o el nueve por ciento—de la alocución de más de una hora. Y mientras mucho de lo que el Sr. Obama dijo consoló un poco a los ecologistas, sus declaraciones acerca de expandir la producción de gas natural—aunque “sin poner la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos en riesgo” —y de abrir más de 75 por ciento de nuestros recursos potenciales de petróleo y gas costa afuera no les cayó bien en absoluto.

Aún así, el gas natural se quema más limpiamente que el petróleo o el carbón, y reducir nuestra dependencia en el petróleo extranjero es una cosa buena en general. “La producción norteamericana de petróleo en este momento es más alta que lo que ha sido en ocho años,” señaló el Sr. Obama, agregando que “…el año pasado dependimos menos del petróleo extranjero que en cualquier año de los 16 pasados”.

Michelle Wilson Berger de la Sociedad Nacional Audubon indica que cuando George W. Bush nos informó en su Estado de la Unión de 2006 que EEUU estaba adicto al petróleo extranjero, un 60 por ciento venía de fuentes extranjeras. “Ahora es sólo menos de la mitad,” Berger dice, agregando: “La tendencia continuará en esa dirección positiva y dentro de un par de décadas, será todavía menos, digamos algo como un 36 por ciento”.

Sin embargo, los defensores del ambiente esperaban una alocución menos agresiva por parte de Obama con respecto al desarrollo expansivo de hidrocarburos de cualquier tipo, dadas las predicciones horribles sobre el clima que enfrentamos. Pero Obama no abandona su compromiso a la energía renovable, a pesar de la insolvencia reciente del fabricante de paneles solares Solyndra después de recibir más de $500 millones en garantías de préstamo. “Algunas tecnologías no triunfan; algunas compañías fallan,” indicó Obama en el discurso. “Pero yo no abandonaré la promesa de energía ecológica”.

Obama también instó al Congreso a pasar un nuevo estándar para respaldar la energía de viento, solar, geotérmica y otras renovables, y extender créditos tributarios pertinentes para ayudar a “verdificar” y diversificar la combinación de energía del país, agregando que quiere terminar las subvenciones tributarias para compañías petroleras. Subrayando que los norteamericanos no tienen que escoger entre la economía y el ambiente, Obama citó el caso del resurgimiento de la industria automovilística norteamericana gracias en parte a la disposición de los fabricantes de automóviles de innovar en serio para satisfacer los estándares agresivos de economía de combustible.

Fred Krupp del Fondo de Defensa Ambiental considera el Estado de la Unión de Obama “una defensa fuerte de la importancia de la energía ecológica en la prosperidad económica a largo plazo de Norteamérica”.

Oratoria aparte, 2011 no fue un año malo para Obama en el ambiente. Propuso alzar el estándar medio de eficiencia de combustible para nuevos coches a 54,5 millas por galón para 2025—tan solo esto, dice Frances Beinecke del Natural Resources Defense Council

(Consejo de Defensa de Recursos Naturales), “ahorrará a los conductores más de $80 mil millones al año en las bombas y reducirá nuestro uso anual de petróleo por más que la cantidad que importamos de Arabia Saudita e Iraq en 2010.” El rechazo reciente de Obama del proyecto de oleoducto Keystone XL—que habría transportado petróleo sucio de arenas de alquitrán de Alberta través de suelo estadounidense—fue otro triunfo, como lo fueron el establecimiento de los primeros estándares nacionales para limitar mercurio y otras toxinas aéreas de centrales eléctricas, proponer una política nacional visionaria de océanos, proteger el Gran Cañón contra la minería de uranio, y el apoyo a niveles sin precedentes de inversiones en energía ecológica.

CONTACTOS: wWhite House State of the Union 2012.

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Querido DiálogoEcológico: ¿Es verdad que se confirmó que el Bisfenol A (BPA)—que es perjudicial a la salud humana— está presente en recibos de caja registradora y que, dado que tales recibos son reciclados, tales sustancias químicas también pueden estar presente en el papel de baño y otros productos de papel?

— Jocelyn Mitchell, a por correo electrónico

Muchos de nosotros ya conocemos los riesgos asociados con el uso regular de productos que contienen la sustancia que sirve para endurecer plásticos y estrógeno sintético Bisfenol A (BPA)—y nos hemos mudado a biberones de bebé y agua y contenedores de alimentos sin BPA. Pero la revelación reciente que muchos de los recibos manoseados diariamente en EEUU contienen esta sustancia química ha sido una sorpresa tremenda a los que ya están preocupados por la exposición al BPA.

Muchos papeles térmicos utilizados en los EEUU—recibos, boletos de eventos, etiquetas—contienen el llamado BPA “libre” (vale decir, no pegado a resina o plástico), el cual ayuda a “desarrollar” las tintas para hacer la información impresa visible. “Aunque hay poca preocupación por la absorción dérmica de BPA, el BPA libre puede ser transferido fácilmente a la piel y los residuos en las manos pueden ser ingeridos,” informa la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU (EPA).

Pruebas del laboratorio comisionadas por la organización sin fines lucrativos Environmental Working Group (EWG) y llevadas a cabo por el laboratorio de la División de Ciencias Biológicas de la la Universidad de Missouri en 2010 encontró niveles altos de BPA en 40 por ciento de recibos de una muestra de negocios y servicios prominentes de EEUU, incluyendo McDonald’s, Chevron, CVS, KFC, Whole Foods, WalMart, Safeway y el Servicio Postal de EEUU, entre otros.

“Los cantidades totales de BPA en recibos probados fueron de 250 a 1.000 veces más que otras, más extensamente discutidas fuentes de exposición al BPA, inclusive alimentos enlatados, biberones y fórmula infantil,” informó EWG. Pruebas de la toallita realizadas por el laboratorio quitaron fácilmente el BPA “indicando que tal sustancia química podría transferirse a las manos de cualquier persona manejando el recibo”.

Aunque la contaminación de alimentos por el BPA es todavía un problema más grande, dice EWG, muchos norteamericanos—especialmente los siete millones que operan cajas registradoras—están sin embargo expuestos a cantidades adicionales de BPA por el manejo recibos. Un análisis de EWG por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU encontró que los trabajadores minoristas llevan un promedio de 30 por ciento más BPA en sus cuerpos que otros adultos.

Otro estudio más exhaustivo de BPA sobre recibos térmicos de papel y 14 otros tipos de papeles encontró la sustancia química en la friolera de 94 por ciento de muestras de EEUU, Japón, Corea y Vietnam. Los investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York, que realizaron el estudio, que fue publicado en septiembre 2011 en el diario de peritos Ciencia Ambiental & Tecnología [Environmental Science & Technology], estima que recibos y otros productos térmicos de papel contribuyen cada año alrededor de 33,5 toneladas de BPA al ambiente en EEUU y Canadá. Aún más perturbador fue su hallazgo que el BPA en recibos térmicos de papel también contamina el reciclaje de papel y aparece en servilletas, papel higiénico y otros papeles comunes con contenido reciclado.

En una más alentadora nota, Appleton Papers de Wisconsin, el fabricante térmico más grande de papel del mundo, quitó el BPA de sus productos en 2006. Y el EPA ha lanzado desde esa fecha un programa para evaluar la seguridad y disponibilidad de alternativas al BPA en el papel térmico. Los partidarios de la salud y los ecologistas, por supuesto, querrían ver al BPA eliminado gradualmente en forma total.

CONTACTOS: EPA; EWG; “Widespread Occurrence of Bisphenol A in Paper and Paper Products: Implications for Human Exposure,” Environmental Science & Technology.