Semana del 19/6/11

© Ivan Walsh/Flickr.

Querido DiálogoEcológico: Creía que “cultivado en granja” era la elección natural cuando se trataba de comprar pescado sin contaminación de mercurio. ¿Pero hay otras preocupaciones acerca de la acuicultura que hacen el consumo de ciertos pescados una mala idea para la salud? ¿Cuál es el pez más sano para comprar y cuál debe ser evitado? ¿Y cuál es la historia con esos bloques de pez congelados que obtengo en Trader Joe’s? ¿Son estos más sanos para comer?

— Tim Jeffries, Springfield, MA

El mercurio es una neurotoxina que se asienta en el océano en concentraciones grandes después de ser arrojada de chimeneas industriales tras la quema de hidrocarburos como el carbón y el petróleo. A continuación la sustancia es tomada por la vida marina más pequeña como el plancton y de ahí esparcida por la cadena alimenticia a medida que los peces más grandes se comen los más pequeños. Nosotros, los humanos, entonces comemos los mariscos contaminados de mercurio—el salmón salvaje, el atún, el pez espada y otro peces—y lo respiramos en nuestro aire. La exposición repetida a la contaminación del mercurio puede causar problemas a la gente de cerebro, riñón y de desarrollo.

El pez críado en granja puede tener menos exposición al mercurio que sus primos salvajes porque se les da generalmente una dieta controlada, que a menudo consiste en más granos y soya, una fuente más barata y abundante de calorías, que la harina de pescado. Pero ellos todavía pueden absorber mercurio, ya que la mayoría de las piscifactorías están ubicadas en el océano, cerca de la costa o en cabos del litoral.

El pez cultivado también puede absorber PCBs y dioxinas, dado que las aguas costeras que ocupan son la primera parada de la escorrentía de fuentes polucionantes situadas tierra adentro. Y el hecho que su fuente primaria de comida proviene de cosechas terrestres convencionalmente cultivadas significa que sus dietas pueden incluir vestigios de pesticidas y herbicidas también. Asimismo, la mayoría de los peces cultivados son expuestos a dósis tras dósis de antibióticos para mantener las enfermedades y pestes a raya en sus corrales submarinos hacinados, muy parecido a la manera en que los animales críados en “granjas industriales’ son drogados para ayudarlos a enfrentar condiciones malsanas y de agudo hacinamiento. En efecto, los estudios han mostrado que los peces criados en granjas tienen más toxinas en general que sus primos salvajes, aunque excepciones por supuesto existen.

La mejor manera de saber qué peces son relativamente sanos y los que no son es descargar la guía regionalmente específica para consumidores de mariscos del Programa de Vigilancia Marisquera (Seafood Watch) del Monterey Bay Aquarium. Estas guías ayudan con el proceso decisorio al hacer compras de mariscos en una tienda o al ordenarlos en un restaurante dividiendo los peces disponibles en esa parte del país en tres categorías: Mejores Elecciones, Buenas Alternativas y Peces a Evitar.

Y traiga su Guía de Mariscos a Trader Joe’s también—por lo menos por ahora. En 2010, después de meses de ser presionado por Greenpeace y un número creciente de clientes preocupados, Trader Joe’s aceptó ofrecer solamente mariscos “sostenibles’ en sus tiendas hacia fines de 2012. Hay que reconocer también que la cadena ya retiro de sus estantes la Corvina chilena en peligro de de extinción en 2005, seguido por la Perca de Mar Profundo en 2009 y el huachinango en 2010.

En el espíritu de su promesa reciente, Trader Joe’s está ahora trabajando con terceras partes, organizaciones basadas en ciencia, para establecer definiciones y parámetros que respondan a las preocupaciones crecientes de sus clientes acerca de la pesca excesiva, y los métodos destructivos de captura o producción, a la vez de la importancia de reservas marinas. Hasta 2013 en Trader Joe’ s—e indefinidamente en otras tiendas que no hayan hecho compromisos específicos con respecto a la sostenibilidad de sus mariscos—no olvide comprobar que las etiquetas revelen el tipo de pez a la venta y su origen ya sea salvaje o cultivado en granja, y a continuación verifique esa información en la Guía de Mariscos.

CONTACTOS: Seafood Watch; Trader Joe’s “Note to Our Customers about Trader Joe’s Seafood”.


Querido DiálogoEcológico: Oí que algunas bolsas reutilizables contienen plomo. ¿Representa esto una amenaza seria a la salud? ¿No se podría fabricar bolsas para evitar tal contaminación?

— Donald Young, Cincinnati, OH

© Eco-Bags Products, Inc.
Es verdad que se ha visto que algunas bolsas de compras reutilizables en venta en tiendas de EEUU contienen plomo, una neurotoxina ligada a problemas de desarrollo, cerebro y riñón. El Center for Environmental Health (CEH) (Centro para la Salud del Medio Ambiente) encontró que cerca de 10 por ciento de las bolsas reutilizables que probaron el año pasado contenían por lo menos niveles pequeños de plomo, con las bolsitas reutilizables plásticas de Disney “Toy Story” y “Cars” al tope de la lista con niveles extravagantes casi 15 veces el límite federal de plomo en productos para niños.

Estudios hechos por otros grupos confirman las conclusiones de CEH. Un informe de noviembre 2010 por el periódico Tampa Tribune encontró niveles elevados de plomo en bolsas reutilizables compradas en Winn-Dixie, Publix, Walmart y tiendas de Target—lo que provocó una investigación en curso por parte de la Agencia de Alimentos y Drogas (FDA) de EEUU para determinar si las bolsas de compras reutilizables podrían estar lixiviando plomo en artículos alimenticios que las personas consumen eventualmente. Y un poco antes este año, el Center for Consumer Freedom (Centro Para la Libertad del Consumidor), una asociación comercial que se opone a las prohibiciones de bolsas plásticas, informó que unas 21 diferente bolsas reutilizables de polipropileno que se venden en Safeway, Walgreen’s, Bloom y otras tiendas tenían un contenido de plomo que sobrepasaba 100 partes por millón—el nivel más alto que muchos estados permiten en envases para consumidores.

Aunque las tiendas en cuestión han retirado tales bolsas problemáticas de sus estantes y en algunos casos dejado de usar proveedores dudosos, los consumidores deberían decidir por sí mismos con respecto a la selección de bolsas de compras reutilizables más seguras. Aunque las bolsas de compras plásticas reutilizables representan un paso adelante en comparación con las de plástico desechables o las bolsas de papel, ellas todavía son derivadas del petróleo, aun cuando sean parcialmente recicladas, y pueden contener otros contaminantes, especialmente si ostentan diseños o diagramas elaborados. El curso más seguro, según CEH, sería bolsas de tela: No sólo carecen éstas generalmente de plomo o cualquier otra sustancia potencialmente peligrosa, sino también duran por años y son fáciles de lavar. Una fuente de calidad confiable para bolsas de género es Eco Bags, con sede en Ossining, Nueva York, de la cual usted puede ordenar convenientemente en línea sin pagar costos de envío en cualquier orden de $100 o más.

Con respecto al lavado para reducir o eliminar contaminantes, los expertos en salud pública han comenzado a preocuparse ya que las bolsas de compras reutilizables podrían ser un caldo de cultivo de impurezas capaces de inducir intoxicación alimentaria, y por lo tanto recomiendan lavarlas cada pocos usos para prevenir la contaminación. Un estudio de 2008 hecho por el Consejo Ambiental y de la Industria de Plásticos de Canadá encontró moho y niveles bacterianos en las bolsas reutilizables un 300 por ciento más alto que lo permitido por las normas canadienses de salud. Y un estudio conjunto en 2010 realizado por la Universidad de Arizona y la Universidad de Limo Loma encontró que el 97 por ciento de los usuarios no lavaban sus bolsas de compras reutilizables—las que pueden albergar bacterias de la exposición repetida a carne y verduras. La mitad de las 84 bolsas examinadas contenían coliforme, una bacteria encontrada en materias fecales, mientras que 12 por ciento probó positivo para E. coli.

La moraleja de la historia es que Ud. debe cerciorarse que sus bolsas de compras reutilizables pueden resistir la lavadora de ropa—y entonces lavarlas varias veces al mes. De esta manera evitará contaminar el alimento que usted y su familia come con cantidades vestigiales de plomo, y como tal dormirá bien y pleacido todas las noches.

CONTACTOS: CEH; Arizona/Limo Loma Study; Eco-Bags Products, Inc.