Semana del 9/5/10
Querido DiãlogoEcolñgico: éDado el enorme derrame de petrñleo crudo en el Golfo de México el mes pasado, no es ya hora que el gobierno ponga fin a las perforaciones petroleras en alta mar de una vez por todas? éY si no se puede prohibir enteramente, équé puede hacerse para prevenir explosiones, derrames y fugas de crudo de aqué en adelante?
—P. Greanville, Brewster, NY
La explosiñn de la plataforma Deepwater Horizon de BP el 20 de abril y el derrame de crudo resultante que ahora estã consumiendo regiones costeras del Golfo de México no podréa haber venido en un momento peor para el Presidente Obama, que acaba de aprobar planes para expandir las perforacioens petroleras en aguas profundas en el litoral de Virginia y otras regiones de EEUU.
El debate sobre si o no utilizar las reservas de petrñleo costa afuera con equipo peligroso de perforaciñn ha sido furioso desde que métodos de extracciñn llegaron a ser posibles en los años cincuenta. El choque de opiniones se recalentñ en 2008 cuando George W. Bush convenciñ al Congreso a que levantara una moratoria de 27 años aplicada a la perforaciñn en aguas profundas fuera del ya desarrollado Golfo de México occidental y algunas ãreas de Alaska. A pesar de protestas püblicas, los gobiernos de varios estados costeros deseaban levantar la moratoria dado el potencial de ganar ingresos fuertes de esta nueva fuente.
Barack Obama histñricamente respetñ la posiciñn del partido Demñcrata con respecto a las perforaciones en aguas profundas—no permitirlas—pero cambiñ su opiniñn durante su campaña 2008 para negociar con los Republicanos en favor de la extracciñn en alta mar a cambio de cooperaciñn con sus propuestas de reducciñn de emisiones de carbñn e iniciativas sobre eficiencia de energéa. Entonces el 31 de marzo, tres semanas antes de la explosiñn en alta mar del Deepwater Horizon, que matñ a 11 trabajadores y ha causado un daño ambiental inaudito, Obama se declarñ en favor de nuevas operaciones petroleras en aguas profundas en el atlãntico desde Delaware a Florida central y en Alaska en sus regiones vérgenes. También pidiñ que el Congreso levantara la prohibiciñn de perforar en alta mar en el Golfo de México oriental, rico en crudo, y solamente a 125 millas de las playas de Florida.